Una importante reflexión compartida también en el fantástico programa de Catalunya Ràdio ”L´Ofici de Viure, Hem oblidat que som u amb la natura ”
Es cierto lo que dicen: te enamoras del lugar que te hace sentir libre, yo lo encontré en la selva. Fui con la idea, como muchos otros apasionados de la naturaleza, de descubrir la fauna y flora de este lugar mágico, de protegerla, de demostrar al mundo la gran riqueza que hay, y también con la idea de proponer alternativas para hacer las cosas diferentes. En parte sí lo conseguí, pero lo que fue más importante y que aún perdura son los aprendizajes que me llevé de ser parte de la naturaleza salvaje y de las comunidades que viven en harmonía selva adentro. Mientras que muchos científicos llegan allí a aquellos entornos prístinos buscando plantas que no han visto nunca y dándoles nombres latinos, no deberían continuar obviando cuánto conocimiento tienen las comunidades indígenas que viven en estos territorios. Ellos ya tienen nombres para estas plantas, también relaciones con estas plantas, incluso hablan con las plantas y aseguran que las plantas son personas en otra dimensión. Para ellos la naturaleza tiene derechos como todo ser vivo, incluso el humano.
Ellos viven el presente (en un estado natural de mindfulness), conocen las medicinas naturales, tienen conexión con la naturaleza y los animales, y un largo etcétera. Y esta reciprocidad, obligación, conectividad, espiritualidad, que comparten con su entorno, es la respuesta a todas nuestras preguntas, la solución a nuestros males, que ahora nos estamos dando cuenta son vitalmente importantes, y nosotros mismos a través de infinidad de tendencias con nombres modernos, estamos intentando volver a tener ese equilibrio, esa conexión.
Creo que deberíamos dar a las comunidades ancestrales más espacio en las mesas de discusiones sobre el futuro del planeta. Si combináramos nuestros conocimientos seguro que iríamos por más buen camino.
Desde pequeña yo siempre había oído dentro de mí que yo era uno con la naturaleza, tenía mucha conexión con los animales y la espiritualidad. Trabajando junto a comunidades amazónicas, sentí lo mismo que expresa su cosmovisión: no hay separación entre nosotros, la tierra, el cielo, el río, los animales, los espíritus o sea como sea tu manera de describir lo que no podemos describir. Somos todos parte del mismo ser.
Me pregunto, porqué algunas personas somos así, y porqué otras personas que habitan esta tierra no sufren al tirar basura en el bosque o destruir una selva para sacar oro? El cambio ha sido que nos hemos olvidado de que estamos íntimamente conectados con la naturaleza. Nos sentimos seres separados de la naturaleza, incluso dueños de la naturaleza y la tratamos como objeto, y muy tristemente incluso a veces como algo sin valor. Y educamos a nuestros hijos así.
Si de niño te enseñan que una montaña es una pila de rocas no te sabe mal destruirla para sacar oro. Pero si te enseñan que dentro de la montaña vive un espíritu sagrado, que además es casa de miles de seres vivos y que el oro es la esencia del sol y que está allí por una razón, tienes una relación muy diferente con esa montaña.
Un ejemplo más identificable en Cataluña podría ser el caso de encontrar un insecto, hay pocos padres y madres que se aproximan amaravillados por la complejidad y belleza de aquel ser, mientras que hay muchos padres y madres que desprecian aquel hallazgo y lo matan, y este último ejemplo tiene consecuencias severas para el medio ambiente. Porque aquellos niños que aprenden a despreciar un escarabajo, no conectarán con los insectos, ni por tanto con la naturaleza y no la tendrán en cuenta cuando tomen decisiones futuras.
Otra cuestión muy importante es la topofilia, que es que para cuidar la naturaleza de tu entorno, debes haber vivido experiencias de conexión con ese entorno y crear un sentimiento de pertenencia, en otras palabras debes ser uno con la naturaleza, y la única manera de hacer esto es pasar tiempo en la naturaleza cercana de tu entorno. No hace falta viajar a grandes parques emblemáticos, si no es más importante conocer lo que tienes a tu alrededor. Y te puedo asegurar que paraisos naturales hay en todos los rincones.
Por eso en Wild Me tenemos como misión ofrecer el espacio y el acompañamiento para que nuestros niños y niñas vuelvan a pasar tiempo en la naturaleza, vuelvan a ser uno con la naturaleza. Porque somos naturaleza.
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